El año es 1999, las güeras y las boys bands se apoderaban de la escena musical mientras que la sociedad caminaba temerosa, como siempre, hacia un nuevo milenio. Éste es un superficial contexto histórico para entender el momento en que apareció “The Blair Witch Project”.

Aunque algun*s no la consideren un clásico per se, todo el significado que tuvo para el cine de terror la convierte en incondicional del género. El primer trabajo del director Ed Sanchez, junto con Daniel Myrick, pusó a tres jóvenes (Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael C. Williams) en un viaje de campismo con dos cámaras para filmar un documental de una leyenda de la Bruja de Blair. Ellos se perdieron en los bosques de Maryland, pero se recuperó su equipo de filmación con todo el material que habían recabado: es, en palabras directas, la más pura esencia del subgénero found footage.

The Blair Witch Project” de ninguna manera es pionera en el subgénero. Es más bien, como mucho opinamos, un nieto de “Cannibal Holocaust” (Bloody Disgusting), pero uno de los que su abuelo debe estar muy orgulloso. Fue una cinta llegó a ser controvertida, la sensación de incertidumbre sobre la veracidad de los metrajes (un punto clave en el subgénero) fue tal que estuvo un buen rato en boca de muchos, y ahora en la memoria de todos.

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Desde donde la veas, es una cinta muy inteligente. Sus “números” son impresionantes. Sesenta gordos en presupuesto estimado en contraste con una taquilla de $140, 473, 773 al 31 de octubre de 1999 en Estados Unidos (IMDB). Pero permitanme citar a Jack Woltz de “The Godfather” y “mostrarles que no soy un hombre de corazón duro, y que no todo son dólares y centavos”. El trabajo de Sanchez y Myrick es intencionalmente sucio para darle todo el toque de una cámara de mano, el guión (escrito por ellos dos) hace un excelente trabajo con el manejo de tensión y el bosque (gran parte del miedo es culpa de la inmensidad de la locación) es usado en favor del terror. En general es una película que molesta e incomoda, pero queda claro que esa era la intención.

Fue una película diferente al esquema hollywoodense, fue arriesgada y pagó en ambos paradigmas (cinematográfico y económico). Por lo tanto el tráiler también consideró una distinción particular. Digamos que la trama es en extremo simple, por lo que no se necesitan dos minutos de avances para explicarla y contarla todita, bastó con una frase. El resto son momentos de gritos y tomas muy poco claras de los jóvenes escapando o sufriendo en el bosque ¡ah claro! aparece uno de los muñecos de palos que representan a los niños que la bruja rapta, unas figuras que nunca olvidaremos.

Tráiler

Póster

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