Por Dr. Beltrán

En alguna colaboración hablamos sobre el insomnio. Ahora, explicaremos cómo es que una persona puede estar dormida y pararse de su cama, incluso realice actividades sin despertar.

caminandoEl sonambulismo es un trastorno que aparece en las etapas más profundas del sueño, asociado con la fatiga, la falta de sueño, la ansiedad y otros trastornos de la bioquímica del cerebro. Es mucho más frecuente en niños y al parecer tiene un carácter hereditario. Algunas estadísticas dicen que cerca de la quinta parte de la población puede presentarlo a lo largo de su vida.

Existen muchos mitos alrededor del sonambulismo, como el que las personas no recuerdan nada de lo que hicieron durante el tiempo que permanecen dormidos, o que pueden llegar a morir si son despertados durante un episodio.

Un caso sobresaliente fue el de Albert Tirrel, quien en 1846 fue encontrado como “no culpable” del asesinato de su suegra. Este joven de 23 años, condujo su auto alrededor de 15 millas fuera de su casa, hasta llegar a casa de sus suegros, supuestamente dormido. Golpeó y apuñaló a su suegra, para lo que su defensa argumentó sonambulismo severo. Yo no me trago esa historia.

Este trastorno se identifica después de haber analizado la historia clínica del paciente, puesto que aún no están claros los criterios de diagnóstico de los registros de los encefalogramas, determinar o no el problema se basa también en pruebas electroculogramas y mediciones de tensión arterial.

Es difícil descubrir a un mentiroso. El verdadero sonambulismo aparece dentro de la fase de sueño no REM, en una sub fase llamada SWS o sueño con ondas lentas, que es casi como estar en medio de la etapa del sueño profundo y el estado de vigilia, algo así como estar atrapado en una zona de sueño donde el enfermo puede moverse, abrir los ojos y realizar acciones “básicas” sin despertarse.

Los períodos de sonambulismo son, por lo regular, de unos minutos, pero existen casos documentados de quienes han llegado a los 30. El común denominador es que todos regresen a dormir en poco tiempo, sólo que esto puede pasar lejos de cama, en sitios pocos comunes y absurdos.

Después llega el despertar. Por lo regular, los niños no recuerdan lo que pasó, pero el adulto siempre tiene presente su “motivación” para salir de la cama. Es por esto que se piensa que, el grado de desarrollo neuronal del cerebro, es fundamental en el hecho de que el sonámbulo recuerde o no lo que pasó.

Algunos trastornos asemejan a los patrones electroencefalográficos del sonambulismo, por ejemplo un tipo especial de epilepsia denominado: crisis parciales complejas. En este trastorno, el paciente no reacciona o reacciona de forma lenta durante una crisis y, al despertar, no recuerda nada de lo sucedido. Las crisis parciales incluyen chupetear, masticar, toser, manosear, arreglarse la ropa, hablar automáticamente, gritar, reír y hasta insultar.

En la película Efectos Colaterales, se induce al sonambulismo por medicamentos. Estos fármacos relacionados son sedantes y pueden ser hipnóticos, benzodiacepinas y antidepresivos. Estos últimos, también llamados inhibidores de la recaptura de serotonina, bloquean la recaptura al nivel de la mitrocondria. Por lo tanto, al no destruirse la serotonina, se facilita que una mayor cantidad de esta sustancia esté disponible en el espacio de conexión entre neuronas, logrando que su efecto se vea incrementado en la siguiente neurona. El medicamento que tiene mayor potencial inhibitorio de la recaptura de serotonina, es la paroxetina. Misma que en México, el ex presidente Fox puso de moda hace algunos años, el famoso prozac.

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Como nos damos cuenta, la bioquímica del cerebro es sumamente interesante y compleja. En ocasiones nos ayuda y otras nos enferma, por lo que es básico comprender el funcionamiento del cerebro.

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