Por Roiz *Sin alerta de spoiler, lea con confianza. Después de la euforia del Óscar con Quisiera ser millonario (Slumdog Millonaire), del monólogo dramático 127 horas y el despilafarre de las Olimpiadas de Londres, Danny Boyle (Manchester, 1956) regresa con una película que vuelve a sus orígenes como director. No me refiero